con las manos apretadas.
Las palabras atrapadas
en labios sin regocijo...
Suspiros escondidos
encerrados en el alma;
en sosiego se encoge abrupta
cual amante deprimido.
Las mejillas encharcadas
por unos lagos decaídos.
Pétalos mirando abajo
a donde no queda nada.
El rostro, un semblante apático
oculto de su realidad.
Truenos reclamando tronar
y evadirlo con un grito.