jueves, 29 de julio de 2010

Regalos

Regalo mis historias más secretas, y lo poco que aprendí relatando.

Regalo mi poco talento artístico, la escasa gracia con el pincel y colores, lo mínimo que conseguí entender en pocos años de improvisación.

Regalo mis pies, torpes a la hora de seguir un ritmo simple, catastróficos al seguir uno complejo.

Regalo mis dedos, ellos no saben fusionarse con las teclas de un piano. Ni mis ojos saben leer la partitura de signos muertos a mis manos.

Regalo mi voz, ya no la quiero y nunca la quise. Solo si a cambio me das una mejor.

También regalo mis esperanzas, ilusiones y optimismo, porque únicamente me dieron golpes y caidas dolorosas.



Es hora de centrarse en las cosas que realmente importan.

viernes, 16 de julio de 2010

Soñando despierta

Camino despacio, buscándola con la mirada. En su rostro se percibe la alegría del momento, el amor, y el miedo. Aunque presiento que en el mio se distingue a ver lo mismo. Ella viste un hermoso vestido azul, de palabra de honor y finas tirantes. Se ajusta perfectamente a su delgada figura, sé que con mis manos podré acariciar cada curva de su cuerpo. Observo como ella examina mi vestimenta, y como una sonrisa curva sus labios. Un vestido que también se ajusta a mi figura, de palabra de honor, pero sin tirantes.

Lentamente continúo caminando hasta encontrarla. Nos fundimos en un abrazo y un beso que se hace eterno y fugaz al mismo tiempo. Entonces puedo ver sus ojos directamente. Me miran con amor, ternura e impaciencia. Sabemos que hoy será un gran día, porque es solo nuestro. Ella sostiene mi mano, yo sostengo su mirada, y con una inmensa felicidad, caminamos hacia nuestro mundo futuro.

lunes, 12 de julio de 2010

Persecución

Un susurro intranquilo distorsiona la paz de la noche.
Cansada de correr, mi cuerpo entumecido por el frío y el aullido de los lobos en la lejana cercanía.
Ya son muchas almas las que el cielo nos ha robado, y ahora quiere llevarme a mi. He sido despojada de esperanzas, ahora sé que no habrá amanecer.
Una expedición sin retorno, una aventura que se convirtió en masacre. Aún recuerdo el flujo de la sangre correr, tiñendo de rojo la nieve. Aunque esté herida y sola, no seré carne de alimaña.
Pero perfectamente sé, que solo un mal paso, un descanso desesperado o una chispa de salvación, puede lograr convertirme en una presa más.

Solo mis pies siento, y en un momento, la fría nieve cae sobre mi rostro. O yo he caído sobre ella, y con esto, también caen mis ojos. Tan solo me queda imaginar la cálida luz del Sol bañando mi rostro con un nuevo día. Pisadas interrumpen mis cavilaciones. Gruñidos feroces de nuevo interrumpen la paz de esta noche.

jueves, 8 de julio de 2010

El fin de Nunca Jamás

En el infinito del cielo negro, alcanzo a ver una nube. Claro está que no sería tan importante, ya que...¿qué importa si he visto una nube o no? Pero ella tiene una forma diferente a las demás. Velas, anclas... un barco que se surca el cielo como si de un mar se tratara. Sin percibirlo, comienzo a elevarme y antes de darme cuenta de que vuelo ya he aterrizado en Nunca Jamás.
Nunca llegué a pensar que negaría que es un lugar maravilloso, con colores vivos y que vería a un niño que nunca llegó a crecer sobrevolando por encima de ese barco que antes vi.

Nunca lo imaginé, pero al final ganó el malo. Ya no hay niños perdidos que se burlan y rien a carcajadas mientras corren por el paisaje verde. Por no haber, no hay ni paisaje verde. Ahora es ciudad, el barco se hundió y es como un lugar que, sin que lo indique, no debe penetrase. Pero yo entro para intentar averiguar lo que provocó todo. Antes de dar dos pasos, una decena de piratas ya me rodean y me señalan con sus espadas.
Casi sin sentirlo, ya estoy a solas con el capitán del barco, atrapada.

Entonces sé que..."nunca jamás" podré volver a mi hogar.