jueves, 31 de diciembre de 2009

Mi nochevieja

Ya pasa otro año más. Como siempre sentados en la mesa, sin hablar de nada en concreto y centrados en la comida y en el programa que ponen en el televisor. Terminando de cenar y quedandonos embobados mirando a la caja tonta. Y a partir de las once, aún más pendiente esperando a que lleguen las doce. Llegán. Empiezan los cuartos...

-¡No!¡Aún no empiezes a comerte las uvas!
-¡Ahora si!

Una campanada tras otra y a cada campanada una uva... todos felicitándonos, dándonos dos besos deseando feliz año nuevo...pero con las uvas en la boca suena mas a un:

-"¡Felig agñu nuivo!"

Brinadamos con el champán y pedimos nuestro deseo para el próximo año, que espero que sea aún mejor que el anterior.

Feliz año nuevo a todos. Gracias por hacer que este año haya sido el mejor de mi vida.

martes, 29 de diciembre de 2009

No me canso

No me canso de ver en tus ojos tanta ternura, como me miran...son especiales, son únicos, son tuyos. Me quiero hundir en ellos durante horas, días, años. Me reflejan protección, seguridad, calor. No quiero dejar de mirarlos ni quiero que desaparezca esa pequeña luz de ilusión que me muestran, son los ojos de una niña indefensa y que solo pide que le den amor.

Creeme, mi vida, no me canso tampoco de tus labios, que me dejan beber de ellos en besos suaves, lentos, dulces y cálidos. Que a veces muestran sonrisas pícaras, o sonrisas de felicidad, o una mueca de tristeza que siempre intento cambiar. O cuando se abren para soltar una carcajada. Tu sonrisa provoca la mía, aunque no la muestre en el exterior me hace feliz verte feliz a ti.

Tus abrazos, tus caricias...no puedo cansarme de ellos. Son reconfortantes. Tus brazos me cubren y hacen que nuestros cuerpos encajen perfectamente, como si fuesemos dos piezas que no están completas hasta que están juntas. Y tus caricias, que hacen que me derrita, tan suaves... Sintiendo como las yemas de los dedos acarician lentamente mi rostro.

No puedo cansarme de tí, porque aún tengo demasiado amor que entregarte, y que apenas te he mostrado en todo el tiempo que llevamos juntas. Es mucho, más de lo que piensas, y no puedo cansarme de tí, porque no puedo vivir sin tu calor, sin tu sonrisa, sin tu mirada, tus caricias...sin ti. No lo dudes,amor, mi amor por tí es para siempre.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Medio año

Medio día con su media noche, es un día completo.
Medio mundo con otro medio mundo, ya forman un mundo.
Media vida con su otra mitad de vida, es una vida entera.

Pero medio año a tu lado junto a otro medio año que aún tenemos que vivir no completa todo el tiempo que estaremos juntas.
Porque para que nuestro tiempo esté completo, tenemos que vivir unidas cada día completo, en nuestro mundo, un mundo hecho para las dos, durante toda nuestras vidas.

Te amo

lunes, 21 de diciembre de 2009

Otoño

Los árboles estaban casi desnudos, el paisaje mostraba solo el color marrón y algunos variantes de él. Tu mano sujeta la mía y caminamos a un ritmo lento. No se escucha ningún ruido, tan solo nuestras pisadas y el crujir de las hojas al romperse por ellas. En ocasiones, apoyo mi cabeza sobre tu hombro y seguimos caminando en esa posición.

Algunas hojas siguen cayendo de los árboles, y cuando caen sobre tu pelo, te la quito sonriendo y besandote en la mejilla a continuación. Llegamos a un pequeño lago y nos sentamos en un banco que mira hacia él. Me echo en tu hombro y cierro los ojos, escuchando el cantar de algunos pájaros, saboreando este momento. Tu aroma me llega y siento tu mano acariciar suavemente mi rostro, mis labios. Abro los ojos lentamente y veo tus ojos reconfortantes.

Nos hundimos en un beso suave, cálido y único. El paisaje y nosotras nos unimos, creando solo nuestro momento; tú, yo y el otoño.

domingo, 20 de diciembre de 2009

¿Te apetece un café?

El despertador empezó a sonar de forma escandalosa, callándose cuando mi mano lo agarró y apretó el botón. Había sido una mala noche, llena de pesadillas, y despertándome demasiadas veces. Apenas conseguí abrir los ojos, llenos de legañas a causa de algunas lágrimas que derramé en la noche por un mal sueño. Remoloneé un poco más en la cama y miré el móvil que, como de costumbre, reflejaba una llamada perdida. Era demasiado temprano para que ella estuviera despierta, la llamada fue cuando iba a acostarse para dormir. Tarde, como siempre.

Me levanté de la cama, sintiendo el frío invernal en mi piel que me cortaba como si fuese una espada. No estaba de muy buen humor esa mañana, no suelo despertarme con buen humor, pero esa mañana era peor. Me dirigí a la cocina, y sin dudarlo, empecé a preparar el café. Mientras se preparaba me senté en la silla y apoyé la cabeza sobre la mesa, intentando relajarme. El aroma del café empezó a impregnar toda la habitación, y mis labios crearon una media sonrisa. Terminó de prepararse, agarré una taza y lo vertí en ella. Con un poco de leche y tres cucharadas de azúcar. Un vaporcillo salía de la taza, al igual que su aroma. Le dí el primer sorbo, tan caliente que consiguió hacer entrar mi cuerpo en calor, pero sin llegar a quemar mi lengua, un poco amargo, pero a la vez dulce gracias a la cantidad precisa de azucar. La tensión que había en mi cuerpo se relajó poco a poco y todo mi mal humor desapareció. A los siguientes sorbos no estaba tan relajada, pero tampoco estaba tensa. Ya tenía energía para todo el día.

No hay nada como un buen café en una mañana de invierno. Volví a coger el móvil, que no había recibido toque alguno. Algún día no me hará falta un café para alegrar mi mañana. Todas mi mañanas las empezaré bebiendo de sus labios y mi sonrisa será tan amplia como lo será la suya. Y manteniendo esa sonrisa le preguntaré:

-¿Te apetece un café?

viernes, 18 de diciembre de 2009

Te regalo...

Te regalo una sonrisa
dos, quizá tres...o mil.
Todas son por tus caricias,
tus sonrisas o miradas.
Porque gracias a tí, todas son sinceras.

Te regalo mis abrazos
a cada momento, para ahuyentar
los miedos y crear trazos
con mis dedos en tu espalda.
Porque gracias a tí, todos son cálidos.

Te regalo ese fular
para cobijarte del frío y puedas
descansar sin dudar
de si tus sueños serán buenos o no.
Porque gracias a él, huyen los malos sueños.

Te regalo mi corazón
no te lo dejo, no me lo devuelvas
es todo tuyo, mi amor,
late en tu pecho,sin ti no lo hace.
Porque gracias a tí, he aprendido a amar.

lunes, 14 de diciembre de 2009

*

Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadando por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eras.

Pedro Salinas

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Canción de cuna

Tu cuerpo se acerca lentamente hacia mí, arrastrando contigo la manta que nos reguardaba del frio invierno. Tu cabeza sobre mi hombro, tu cuerpo recostado sobre mí. Acaricio tu rostro y veo como tus ojos se cierran en respuesta de mis caricias en tu nuca.

Una nana resuena en mi mente, intentando recordar la letra y su melodía. Me vuelvo para mirarte de nuevo con los ojos cerrados, pero me preguntas por mis pensamientos.

-Estoy pensando en una canción.

-Cántamela.

La canción que resonaba en mi mente empieza a salir por mis labios, en un susurro para hacerte de nuevo cerrar los ojos y hacerte caer al mundo de los sueños. No es que mi voz sea dulce, es que el momento es perfecto para recitarte una pequeña nana. Aunque no era tan bonita como tu sonrisa, ya que ni siquiera podía compararse con un amago de ella... pero hizo que por unos momentos el tiempo se congelara, y solo se escucharan mi voz, tu respiración tranquila y los latidos de nuestros corazones.

martes, 8 de diciembre de 2009

Tiempo en la Luna

El camino se hizo largo, con algunas distracciones en él, pero iba bien acompañada. Al llegar, casi podíamos tocar las luces. Miles de colores, de formas, de ilusiones que te hacen de nuevo vivir.
La multitud nos tragaba y se nos echaba encima. Casi no se podía disfrutar de todas las maravillas de ese lugar. Pero aún asi, nuestras risas seguían aflorando, nuestro camino seguía siendo el mismo. Íbamos a contracorriente de todo el mundo.

Y en un momento en que parecía que la multitud iba a arrastrarme con ella y a separarme del resto, tu mano apareció de la nada y sujetó la mia. No iba a soltarla, ni jamás lo haré. Busco tu mano, y tú me la ofreces, dándome confianza y seguridad.

La tarde se convirtió en noche, y gracias a ti, pude tocar la Luna, tenerla entre mis manos. La Luna cuelga en mi cuello los segundos que transcurren a tu lado. Porque quiero demostrarte en cada beso, en cada caricia, en cada abrazo, en cada segundo que marca la Luna, lo que las simples palabras no pueden reflejar.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Maldito tiempo

Las agujas del reloj pasan lentamente, impacientándome a la llegada de la hora en la que pueda verte.

El tiempo se me escapa de las manos, se me escurre por entre los dedos cuando llega la hora fijada. Las horas pasan como segundos, y al regreso a casa, el tiempo me vuelve a pesar como si de siglos se tratasen.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Pozo de oscuridad

Mi alma se siente atrapada por una luz oscura. Está dolida, y cada día lo está aún más. Siento que estoy sola, aunque existan muchas manos que intentan sostenerme y ponerme de nuevo en pie. Pero detrás mía, hay un abismo y en esas manos, hay una que me sostiene con más fuerza. Si me suelta, las demás me seguirán sosteniendo, pero no lucharé para seguir adelante y finalmente caeré en el abismo. En mi pozo de oscuridad, me siento sola, pero hay una luz que me anima a continuar. No te extingas. Solo con tu luz consigo ver.

Pero no está todo perdido, y aunque me sienta impotente y cada día cometa un nuevo error, intentaré rectificarlo, sin soltar tu mano, siguiendo tu luz. Algún día saldré de este pozo y todo será claro. Tú y yo, nadie decide por nosotras, nadie nos separará. Y cuando consiga salir, no exitirán tantos motivos para las lágrimas tener que derramar.