lunes, 5 de abril de 2010

Juguemos

-¿Puedo proponeros un juego?- Pregunto confiada.

-Claro, ¿cuál?- Las miradas de los presentes por primera vez en toda la tarde se posan sobre mí, interrogantes y curiosas.

-A las imitaciones.

-Eso es aburrido...

-Lo sé, pero nunca jugamos, y si nos aburrimos podemos parar.

-Bueno, está bien, empieza tú.

-Vale.

Mi cara está seria, cruzo mis manos delante de mi pecho y paso el peso de todo mi cuerpo a la pierna derecha. Mis ojos miran a los demás, demostrando la evidencia de la persona a la que estoy imitando.
Todos empiezan a decir nombre, aunque solo han salido dos, y no tienen mucha relevancia. Finalmente alguien pregunta:

-¿Quién eres?

-Es fácil. Soy yo. Porque yo no tengo necesidad de imitar a nadie, porque estoy feliz conmigo misma, porque no sigo a los demás como si un fiel perro fuese. Y porque este juego sucede en la vida real, débiles de mente caen en las redes del más fuerte.

Nunca aprenderán.

4 comentarios:

  1. Me alegra que estés contenta por ser como eres

    ^^

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  2. Más bien, intentaba reflejar mi rabia hacia las personas que imitan xD

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  3. Te sientes imitada por alguien? o simplemente es la rabia de saber la falsedad de las personas?

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  4. La rabia de sentir la falsedad de las personas. No, nadie me imita, es dificil saber cual es mi manera de pensar en determinados momentos.

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