miércoles, 4 de noviembre de 2009

Cronos


Tu esposa daba a luz a un nuevo ser lleno de vida que ansiaba poder disfrutar de ella. Frágil, pequeño e indefenso. Un duro parto, y ella te ofreció al bebé para refutar que es tuyo. Él lloraba, con un llanto desgarrador que inundaba toda la estancia. Tú le miraste, asustado y distante.

"¡Venga, devóralo!, ¡Mátalo!, de todos modos, él podrá revelarse en contra tuya, hacer lo que un día le hiciste tú a tu padre o algo peor..."

Porque tu no tuviste más remedio que cortar, necesitabas libertad, luz, vivir... Pero tu hijo no tenía porque hacer lo mismo.

"¡Devóralo, arráncandole las extremidades con los dientes! Mastica, traga y siente como su sangre inocente cae por tu barbilla. Mátalo, que no sea una amenaza para tí, solo es una persona más, sin importancia."

¿Por qué hiciste eso? Devoraste a todos y cada uno de tus hijos, todos los que tu esposa te daba para que los quisieras y cuidaras. Ningún resentimiento, nada tenía importancia...
Tu esposa huyó con el último de sus hijos, escondiéndolo de tí, para poder salvar su vida y poder llevarla a cabo.

2 comentarios:

  1. jaja el corta huevos cojones... jajaja ya sabes tambien comete a tus hijos¡ y esta mu xula¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. xD
    Fue demasiado impactante esa imagen como para dejarla en el olvido

    ResponderEliminar