Esta noche la Luna está presente, al igual que otras muchas estrellas que iluminan la cúpula de un cielo oscuro. Un cielo del que un día un ángel bajó y que ahora me acompaña en un camino que ambos hemos elegido, y de la mano me guía por él, siguiéndole yo a ciegas, pero contemplando cada momento y viviéndo miles de sensaciones.
Y esta noche me acompaña bajo las mantas y me abraza mientras ambos mantenemos los ojos cerrados. Bajo las mantas, sobre la cama y lo más cerca posible a su cuerpo, he descubierto que cada curva de su figura es aún más delicada que la anterior, y yo he acariciado cada una, como quién acaricia las teclas de un gran piano y compone hermosas melodías.
El sueño nos vence, es lo único que es capaz de impedir el encuentro de nuestras miradas, pero en mi interior sé que está junto a mí y me proteje entre sus brazos de la oscuridad.
En el nuevo día llego a ver otra vez su figura y empiezo a acariciar su piel, pero de forma mas delicada aún. Beso sus labios dormidos y poco a poco se abren, inconscientes, para responder el beso. Sus ojos se empiezan a abrir y con ellos, sus brazos para volver a acogerme. Ya no hay nada de lo que protegernos, la oscuridad se ha vuelto a ir.
Otro beso, más vivo que el de antes, pero dormido aún así. Algunos malos sueños no han sido espantados, pero nos queda el consuelo de despertar y tenernos mutuamente. El comienzo de un nuevo día, el fín de una noche perfecta. No será la última.
Una noche perfecta... Y días perfectos contigo.
ResponderEliminarMe faltas, te necesito para ser fuerte y continuar.
Te amo
Cada noche sin ti es una noche desnuda. Sin tus brazos rodeándome...mi cama está vacía.
ResponderEliminarYo también te amo