martes, 20 de octubre de 2009

El interior del espejo

Me asomo de nuevo, ahora sonrie, me mira amenazante, la miro, mi cuerpo se sumerge en un mar de pánico. El reflejo vuelve a atraparme sin dejarme escapatoria. Sus ojos, tan diferentes a los mios... pícaros, fríos y con un brillo evidente de maldad. Su rostro me muestra la muerte, al cambiar repentinamente de como deberia estar. El frío me envuelve, estoy sola, asustada... Creo que mi puerta está cerrada, pero no puedo comprobaro porque no puedo moverme, ni gritar, ni llorar, ni desmayarme, ni pensar en otra cosa que no sea lo que mis ojos ven.

-Sumergete en el interior del espejo, dónde todo es lo contrario, dónde la maldad y la bondad cambian con respecto a tu mundo. Cámbiate por mí, ven a mi mundo, comete las maldades que tanto deseas hacer. Odia, maltrata, insulta y mata. Siente la soledad, el rechazo. Olvida lo que es amar, olvida todo lo que has amado, querido o apreciado.

Con esfuerzo, negué levemente con la cabeza. No deseo matar, ni saborear la amargura de la soledad o el rechazo... ni olvidar todo lo que amo. Quiero reir, jugar, ser feliz y hacer feliz, amar, disfrutar. No quiero entrar a un mundo frío y sin vida.

-En el fondo, deseas la desgracia ajena,¿me equivoco? ¡Vamos, ven!

-¡NO!

Mi negativa salió quebrada por culpa del pánico, no puedo bajar el nudo que se me ha vuelto a formar en la garganta. De nuevo, el miedo me encoge el corazón.

Ahora, mi reflejo me mira con odio. Una luz azulada sale del espejo, iluminando toda la habitación y dañando mis ojos. Me alcanza y toma posesión de mi cuerpo. Duele, hiela la sangre... Todo es oscuro, no puedo retomar el control de mi cuerpo. Ahora es posesión de alguien que va a causar daño a todo lo que amo.

El espejo refleja la imagen de mi habitación y de una persona parecida a mí... solo que esta posee dos almas, ambas muy diferentes. La lucha entre ellas acaba de empezar.

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