miércoles, 7 de octubre de 2009

El reflejo del espejo

La noche cae, de nuevo muere otro día. Me encierro en mi habitación, agarro un libro y lo abro. Empiezo a leer. La habitación está iluminada por una pequeña lámpara de mesa, con una luz intensa. Cerca de mi escritorio, se encuentra un gran espejo. Sigo sumergida en el mundo que redacta mi libro. La luz comienza a fallar y contemplo, asustada, como de repente me quedo a oscuras en mi habitación. Intento buscar algo que emita luz, y en el camino que recorro para buscarlo, me topo de bruces con el imponente espejo. Emite luz propia, puedo verme reflejada en el perfectamente. Observo mi mirada asustada, mi rostro descompuesto por el miedo... me quedo muy quieta, no puedo moverme. De repente, la imagen que veo empieza a distorsionarse, a cambiar por sí sola. Mi cara se ve deforme, inhumana. Sigo observando como vuelve a la normalidad. Pienso que todo ha acabado, y que pronto volvería la luz de nuevo, pero mi reflejo empieza de nuevo. En esta ocasión, sonríe, y me mira divertida. El pánico me invade, siento como si me sostenieran y me impidieran moverme, o incluso respirar. La chica del espejo, mueve sus brazos libremente, se toca el rostro y se lleva las manos a los ojos... arrancandolos de sus cuencas. Me muestra, sonriendo sombríamente, como sostiene los ojos en sus manos. Quiero gritar, correr, ¡pero no puedo moverme! No puedo hacer nada, me siento impotente, aterrada. Siento el pánico recorrer todo mi cuerpo. Deseo caer desmayada y despertar pensando que todo ha sido una maldita pesadilla. Mi reflejo sigue sonriendo, arroja los ojos hacia otro lado, y extiende sus brazos hacia el espejo. Sus brazos salen de él, y finalmente, siento como sus manos ensangrentadas, me agarran fuertemente del cuello, arrastrandome con ella al interior del espejo.

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