Con el corazón rebosante de felicidad, Derek se presentó en casa de Casandra para deleitarse con su presencia. No importa las veces que ella le rechace, o todas las veces que le hizo daño. Él sueña con ella, se desvive por enamorarla, es amor... dulce a la vez que amargo, hermoso a la par que doloroso...solo que a él le ha tocado experimentar solo la parte mala de este sentimiento.
Casandra abre la puerta, un rasgo de sorpresa recorre fugazmente su rostro, volviéndose repentinamente frío y distante. La puerta se cierra de golpe. Derek siguió insistiendo... no es la primera vez, ni la segunda o tercera... a decir verdad ha perdido la cuenta de las veces que lo ha intentado. Finalmente, se dio por vencido. Cuando se estaba dando la vuelta, la puerta se abrió tras él, y contempló la hermosa figura de Casandra... en cuya expresión se veía dibujada una sonrisa. Sus labios hicieron una mueca, y de ellos salió una palabra.
-Adelante.
Inmediatamente, Derek hizo caso y se adentró en aquella casa, rebosante de felicidad. Casandra le sirvió un poco de café. Estaban sentados a ambos extremos de una enorme mesa. Los silencios eran incomodos, Derek solo se movió para dar un gran sorbo a su café. En el rostro de Casandra, apareció una sonrisa fugaz.
-Dejame vivir...- le suplicó Casandra a Derek.
-Si no vives junto a mí, no vivirás junto a nadie. -añadió Derek fríamente.
Derek se levantó bruscamente, agarró un cuchillo y corrió hacia Casandra. Ella se levantó bruscamente de la silla y retrocedió. Entonces, Derek cayó al suelo. Quemaba. Su garganta ardía, no aguantaba el dolor...¿el café? Lágrimas se escapaban de sus ojos, y dirigió su última mirada a la mujer que siempre amó...
-Tuve que acabar con tu vida, para poder vivir la mía...
"Si amas a alguien dejalo libre, si regresa entierrale varios cuchillos de veinte centímetros...si regresa otra vez... entonces ¡corre! ¡solo corre!"
E.A.P
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