viernes, 16 de octubre de 2009

Reencuentros

En el pequeño rellano con baldosas de mármol blanco y paredes de corcho anaranjado, espero sentada sobre las pequeñas escaleras mirando a través de la puerta de cristal. El día es lluvioso, pero mi esperanza sigue en pie, se que vendrás a verme y a darme un abrazo. Finalmente llegas, tu sonrisa no ha cambiado en nada, ni tu mirada, estas un poco más alta, y algo mas esbelta. Nos sumergimos en un abrazo, las lágrimas recorren nuestro rostro. Volamos en el interior del pequeño rellano, saltamos las escaleras, que se han vuelto laberínticas. Jugamos como crías, riendo como en los viejos tiempos.

-Te he echado de menos.

1 comentario:

  1. Un sueño cálido, para siempre atesorar en el baúl de la memoria.

    Siempre hay tiempo para volar

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