martes, 6 de octubre de 2009

Olvidando todo lo que nos rodea...

Risas en la noche, la luna sobre todos nosotros nos observa, reluciente. Te sonrío y me interrogas con la mirada. Nuestros cuerpos se tienden sobre la fresca manta de hierba verde. Siento el sabor de tus labios en los mios, dulces, cálidos... su ternura me hace alcanzar el paraiso. Nuestras respiraciones van al unísono, cada vez más acelerdas. Siento tus manos en mi cintura, acercandome más a ti. Deseo estar lo más cerca posible de tí, sentir tu piel contra la mía, derretirme en un beso que no acabe jamás. Pequeños movimientos hacen que tu respiración aumente aún más y se escapen leves gemidos entre tus labios. Recordando de golpe la situación, sonreimos y nos besamos lentamente. Nos miramos, y ambas entendemos el significado de nuestras miradas... arde dentro de nosotras, se hace más intenso... nada puede extinguir una llama tan intensa...el deseo.
Partimos a casa, mientras siguen resonando en mi mente las palabras que, misteriosamente, logras escuchar sin necesidad de pronunciarlas en alto, resuenan cada instante que pasa, a cada segundo, y jamás me cansaré de repetir una y otra vez impregnandolas de dulzura y sinceridad... te amo.

1 comentario:

  1. Nunca comprenderé el misterio de conocer tus palabras en el silencio... Solo sé que no quiero dejar de escucharlas.
    La caricia de tus labios es un sueño. Tu amor se ha grabado a fuego en el alma.
    Imposible olvidarte, nunca resultó más fácil amarte

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